Un cónsul antisemita y un judío falangista durante la 2ª Guerra Mundial

Llevo unos meses elaborando una tesina, motivo que en parte explica por qué no he escrito nada en mi blog últimamente; pero espero que de mi trabajo salgan una o varias notas cuando lo haya publicado. La cuestión es que la investigación me ha llevado esta semana al Archivo General de la Administración, uno de los más grandes del mundo, en Alcalá de Henares (España). Y esta mañana me he topado con un expediente que ha llamado poderosamente mi atención pese a no guardar relación directa con mi objeto de investigación; tal es así que he transcrito su contenido y ahora procedo a compartirlo.

El expediente pertenecía a la Sección Europa del Ministerio de Asuntos Exteriores y tenía por título «Situación y trato de los españoles residentes en Yugoslavia». Constaba únicamente de dos despachos dirigidos a los órganos centrales del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, fechados en 1942 y cuya autoría corresponde al entonces Cónsul de España en Sušak, una isla del Adriático. Hoy esta isla pertenece a Croacia, pero hasta 1943 fue parte del Reino de Italia y se conocía como Sansego; de ahí mi sorpresa por que el membrete de los despachos diga «Sušak» y la carpeta del expediente «Yugoslavia». Ahora bien, ¿qué decía el primer despacho?

CONSULADO DE ESPAÑA EN SUŠAK

Sección Política

N.º 34

Sussak, 22 de junio de 1942

Asunto: Sobre cargos de F.E.T. y de las J.O.N.S. desempeñados por españoles de raza sefardita.

Excmo. Señor,

Con referencia a la Orden n.º 5, E.I.-Y.I. de fecha 11 de mayo último, tengo la honra de manifestar a V.E. que el Jefe de Propaganda de F.E.T. y de las J.O.N.S. en Fiume es de raza hebrea, según puede cerciorarse V.E. fácilmente si lo estimase oportuno, ya que sus dos apellidos claramente lo indican, Elkam Papo y Levi.

Por otra parte, me permito indicar a V.E. que, según lo que he podido apreciar, y por los informes que además he obtenido, se trata de persona desde luego muy estimable, pero eso no obsta a que produzca entre los italianos y los alemanes allí residentes, un deplorable efecto, el que un español de reciente naturalización, 1926, y de esa raza, represente a la Falange en un puesto de propaganda, por estimable que sea personalmente.

Además, resulta curioso el que habiendo indicado ya anteriormente las Autoridades de Fiume, que no veían con agrado el que dicho señor ocupase otro cargo de representación de Falange, a pesar de ello, la Falange de Italia le haya posteriormente nombrado en un puesto de Jefe de Propaganda.

A mí no creo me incumba ni mucho menos, mezclarme en lo que haga la Falange, pero sí es mi deber señalar el efecto político que produce un hecho sea el que fuese, y por ello doy a V.E. la precisión de qué cargo se trata, según V.E. en su indicada Orden me pide lo haga.

Dios guarde a V.E. muchos años.

El Cónsul de España.

[Firma de Álvaro Silvela de la Viesca y Casado]

Al menos hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, Falange contó con multitud de delegaciones en el extranjero, muchas de las cuales se constituyeron durante la Guerra Civil. Este dato no debe extrañar a nadie, pues hoy en día los grandes partidos políticos de España tienen presencia en otros países donde residen españoles militantes.

Aclarado ese punto, paso a comentar el texto: el Cónsul de España denuncia que la delegación en Italia de F.E.T. y de las J.O.N.S. (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, partido único del régimen franquista que a partir de 1943 recibiría el sobrenombre de «Movimiento Nacional») tenía a un judío como Jefe de Propaganda en Fiume (hoy Rijeka, en Croacia, pero por entonces una ciudad italiana).

Ese judío, Elkam Papo y Levi, se habría naturalizado español una década y media antes, (presumiblemente acogiéndose al procedimiento excepcional del Real Decreto de 20 de diciembre de 1924, bajo el Directorio Militar de Primo de Rivera), y con anterioridad ya habría ocupado otro cargo representativo de Falange en Italia.

Destaca la autonomía de Falange para admitir militantes y nombrar cargos en el exterior al margen del parecer de los representantes diplomáticos y consulares. Pero más sorprendente resulta que pusiera a un judío al cargo de un puesto de propaganda del partido en un territorio de la Italia fascista, a pocos kilómetros del Estado croata de Pavelić, que sólo un año después pasaría al control directo de la Alemania nazi.

El despacho es en respuesta a una orden del Ministerio, que a su vez habría venido motivado por el segundo despacho de que consta el expediente. Ese otro despacho data de unos meses antes y dice así:

CONSULADO DE ESPAÑA EN SUŠAK

Sección Política

N.º 23

Sussak, 20 abril 1942

Asunto: Sobre actuación de los hebreos españoles.

Excmo. Señor,

Paréceme oportuno señalar a la Superioridad el deplorable efecto que causa entre los elementos dirigentes fascistas italianos, el hecho de que, como según parece ocurre en estas regiones, se confíen cargos de propaganda y confianza a conocidos hebreos, pues además, ya en otras ocasiones, las Autoridades han indicado su desagrado por algo parecido.

No quiero inmiscuirme en las disposiciones que pueda adoptar Falange, pero como Cónsul y Diplomático, creo me incumbe el informar a ese Ministerio [d]el curioso efecto que produce entre los italianos y entre los varios alemanes que residen en estas regiones el hecho de que, a pesar de estar tan unidos los tres partidos falangista, fascista y nacional socialista, y de estar basados en idénticos principios, en el nuestro, no solamente se admiten las solicitudes de los españoles de raza hebrea, sino que además se les confían puestos delicados y de mando en países que bien demostrado tienen su incompatibilidad con los judíos. Aparte de la cuestión moral, existe otra de conveniencia, ya que podrá tomarse en consideración nada que haga Falange, cuando los elementos dirigentes pueden pertenecer a grupos étnicos que están tan desprestigiados y representan la antítesis de las ideas que son la base de los partidos que apoyan a las Naciones del Eje.

No es necesario demostrar que los hebreos cuando se unen a un Partido tan alejado de los ideales de su raza, no lo hacen por convicción sino por necesidad y por cálculo, de modo que entiendo no sólo ser contraproducente el tenerles en el Partido sino que resulta un absurdo el confiarles puestos de mando, cuando se pueden encontrar otros afiliados perfectamente arianos que desempeñen el puesto sin necesidad de recurrir a judíos ni a judaizantes, y en último término, de no disponer de otros nombres que los de tal raza, mejor sería dejar sin cubrir los cargos. Nuevamente deseo hacer constar que mis manifestaciones no se refieren a persona determinada contra quienes nada tengo pero sí al efecto que produce ver representada Falange en cargos de importancia y altas jerarquías por quien por razones de raza tan poco adecuado resulta serlo.

Dios guarde a V.E. muchos años.

El Cónsul de España.

[Firma de Álvaro Silvela de la Viesca y Casado]

Para este Cónsul los judíos, por muy españoles que fueran, representaban la antítesis de las ideas que servían de base a Falange, por lo que resultaba inadecuado, absurdo, y no conveniente que uno de ellos representara al partido único español de cara a las autoridades italianas y a los alemanes residentes. He aquí un funcionario, miembro del cuerpo diplomático y Grande de España, más doctrinario, antisemita y facha que la propia Falange.

Fuente: Archivo General de la Administración, signatura 82/06334, expediente 34.


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